ESTRASBURGO,
"Construir juntos la Europa que no gire en torno a la economía, sino a la sacralidad de la persona humana", exhortó este martes el Papa Francisco en su discurso al Parlamento Europeo en su sede de Estrasburgo (Francia), en el que también llamó a trabajar para que el continente recupere su identidad y redescubra su alma.
El Parlamento Europeo es el órgano representativo de los 28 Estados miembros de la Unión Europea, que engloba a más de quinientos millones de ciudadanos. Es, por tanto, uno de los organismos más importantes del continente europeo y de todo el mundo.
El Santo Padre llegó a la ciudad francesa a las 10 horas de esta mañana y comenzó su discurso poco después de las 10:30 horas. Su mensaje se centró en la dignidad de la persona y en la misión que debe desempeñar Europa para el bien del hombre.
Con un "mensaje de esperanza y de aliento", el Papa Francisco comenzó dibujando la situación actual de la Unión Europea, con sus problemas y sus soluciones. Así, indicó que en la actualidad "parece ir acompañada de la imagen de una Europa un poco envejecida y reducida, que tiende a sentirse menos protagonista en un contexto que la contempla a menudo con distancia, desconfianza y, tal vez, con sospecha". Además, aseguró llevar un mensaje de "esperanza en el Señor, que transforma el mal en bien y la muerte en vida".
El Pontífice recordó que los Padres fundadores de la Unión Europea "deseaban un futuro basado en la capacidad de trabajar juntos para superar divisiones, favoreciendo la paz y la comunión entre todos los pueblos del Continente".
Asimismo, señaló que "a ustedes les corresponde la tarea de custodiar y hacer crecer la identidad europea, de modo que los ciudadanos encuentren de nuevo la confianza en las instituciones de la Unión y en el proyecto de paz y de amistad en el que se fundamentan", dijo, para añadir después "les exhorto a trabajar para que Europa redescubra su alma buena".