"Él está muy bien ahora", dijo Sor Micheline.
El centro comunitario también trata de ayudar a adultos a encontrar trabajo en agricultura, explicó. "Estas personas son trabajadores y quieren trabajar".
Un día de trabajo es difícil de encontrar para adultos. La situación económica ha presionado a muchos niños refugiados a convertirse en jefes de familia.
Otro desafío es que el alto número de refugiados ha causado intranquilidad y temores de seguridad entre la población cristiana local, cuyos números son tan bajos como 3 mil durante los meses de invierno.
Si incluso un porcentaje minúsculo de la zona de refugiados simpatiza con radicales violentos como el grupo Estado Islámico, eso puede significar varias docenas de personas, indicó el representante de CRS en Líbano Davide Bernocchi.
Sor Micheline dijo que tiene algunos temores sobre la posible presencia de partidarios del Estado Islámico en los campos de refugiados.
"A veces tengo miedo. Tenemos que ser cuidadosos", dijo. "Los cuidamos, los recibimos en nuestro centro, pero con los ojos abiertos".
Algunas personas han advertido a Sor Micheline que podría ser asesinada por el Estado Islámico debido a su trabajo.
"Yo les digo 'quizás'. Pero esa no es razón para detener mi misión", dijo. "Tengo mi misión y continúo mi misión".
"Si me matan, no es un problema… quizás otra hermana tendrá coraje para continuar la misión".
Sor Micheline citó el ejemplo del Arzobispo de San Salvador (El Salvador), Mons. Óscar Romero, que fue asesinado en 1980, tras criticar las violaciones de derechos humanos del gobierno.
"Creo que si quizás yo sea asesinada debido a mi trabajo con los refugiados, quizás el mundo hoy necesita otro Óscar Romero".
La hermana dijo se inspiró por los 330 niños sirios en la escuela.
"Podemos ver la transformación en su comportamiento y su higiene y su relación entre la comunidad libanesa y los refugiados", dijo.
"Cuando veo la transformación en los niños, veo que son felices. Son felices de venir al centro, de aprender. Ellos quieren aprender".
"Cuando los veo, 30 o 40 personas en un pequeño salón, están esperando simplemente aprender. Eso me da la gran esperanza por el futuro", aseguró.
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