VATICANO,
El Aula Pablo VI acogió el sábado por la mañana diferentes encuentros con el Papa Francisco. El primero de ellos fue con los participantes en el IV Congreso misionero nacional promovido por la Conferencia Episcopal Italiana, a los que el Pontífice explicó que "la misericordia cambia la historia de los individuos e incluso de los pueblos".
El discurso versó en su mayor parte de la importancia de la misión, uno de los temas más recurrentes del Papa desde que comenzó su pontificado y que aborda en gran parte la Exhortación Apostólica Evangelii gaudium. "Toda generación está llamada a ser misionera", a "llevar aquello que tenemos dentro, aquello que el Señor nos ha dado".
En la Exhortación "he hablado de 'Iglesia en salida'", de "una Iglesia misionera" que "no puede dejar de estar 'en salida', que no puede tener miedo de encontrar y de descubrir la novedad, de hablar de la alegría del Evangelio", explicó.
Pero esto no quiere decir que se haga con proselitismo, sino "para decir aquello que tenemos y queremos compartir sin forzar con todos".
Para el Papa, el espíritu de la misio ad gentes "debe convertirse en el Espíritu de la misión en la Iglesia en el mundo: salir, escuchar el grito de los pobres y de los alejados, encontrar a todos y anunciar la alegría del Evangelio".
El Santo Padre elogió a "tantos sacerdotes, religiosas y laicos" que parten en misión, algo que "es una gracia de Dios". "Debéis conservarlo, hacerlo crecer y darlo en heredad a las nuevas generaciones de cristianos", pidió antes de señalar que "la misión es tarea de todos los cristianos, no solo de algunos" e incluso "de los niños". En las Obras Misionales Pontificias los pequeños gestos de los niños educan a la misión".