ROMA,
"Nadie debería ser muerto por beber un vaso de agua", son las palabras de Ashiq Masih en la carta abierta en la que pide al presidente de Pakistán, Mammoon Hussain, perdonar a su esposa Asia Bibi y evitar así que se le aplique la pena de muerte por la ley de blasfemia; para luego poder emigrar a Francia con ella y sus cinco hijos.
Asia Bibi fue condenada a muerte bajo la ley de blasfemia en 2010. El año anterior, mientras recogía fruta con otras mujeres musulmanas, Bibi fue al pozo local a tomar un poco de agua. Inmediatamente fue acusada de haber hecho impura el agua para el resto de trabajadores por su condición de cristiana.
La carta, firmada el 17 de noviembre, fue escrita por Ashiq luego de visitar a su esposa en la prisión de Multan donde se encuentra hace ocho meses. "Vivimos con miedo; nuestra familia se ve amenazada. Vivo escondido con mis cinco hijos lo más cerca posible de Asia. Ella nos necesita mucho para mantenerse con vida, para llevarle medicinas y comida en buen estado cuando está enferma", narró.
El esposo recordó que tras cuatro largos años esperaron que el tribunal de Lahore liberara a su esposa, pues ella "nunca blasfemó". Sin embargo, los jueces confirmaron la pena de muerte el 16 de octubre. "No entendemos por qué nuestro país, nosotros pertenecemos a Pakistán, está contra nosotros", agregó en la carta divulgada por The New York Times el 19 de noviembre.
"Somos cristianos pero respetamos el Islam", expresó Ashiq, y aseguró que incluso muchos de sus amigos musulmanes no entienden por qué la justicia hace sufrir a su familia.
En ese sentido, señaló que están haciendo su mejor esfuerzo "para presentar el último caso a la Corte Suprema antes del 4 de diciembre. Pero estamos convencidos de que Asia sólo se salvará de ser ahorcada si el venerable presidente Mammon Hussain le concede un indulto. Nadie debería ser muerto por beber un vaso de agua".