VATICANO,
En su discurso ante la FAO esta mañana en Roma, el Papa Francisco recordó las palabras de un anciano que tienen relación con el cuidado de la tierra y sus recursos, para lograr el bien común y la cultura de la solidaridad que siempre alienta.
El Santo Padre recordó "una frase que le escuché una vez a un anciano: Dios siempre perdona, las ofensas, los maltratos… los hombres perdonamos a veces. La tierra no perdona nunca. Cuidar la madre tierra para que no responda con la destrucción".
"Por encima de todo –expresó Francisco tras los aplausos de los presentes por lo dicho anteriormente– ningún sistema de discriminación, de hecho o de derecho, vinculado a la capacidad de acceso al mercado de los alimentos, debe ser tomado como modelo de las actuaciones internacionales que se proponen eliminar el hambre".
El Pontífice pidió luego que Dios "bendiga a todos los que, con diferentes responsabilidades, se ponen al servicio de los que pasan hambre y saben atenderlos con gestos concretos de cercanía".
"Ruego también para que la comunidad internacional sepa escuchar el llamado de esta Conferencia y lo considere una expresión de la común conciencia de la humanidad: dar de comer a los hambrientos para salvar la vida en el planeta", concluyó.
Siguiendo con sus palabras improvisadas, el Papa dijo: "pienso en nuestra madre y hermana tierra, en el planeta. Si somos libres de presiones políticas y económicas para cuidarlo, para evitar que se autodestruya. Tenemos delante Perú y Francia (las conferencias sobre el Cambio Climático que se desarrollarán en ambos países en diciembre de este año y en el mismo mes en 2015, respectivamente) dos conferencias que nos desafían a cuidar el planeta, la madre tierra para que nos responda con la destrucción".