MADRID,
El Arzobispo de Granada (España), Mons. Javier Martínez, ha concedido una entrevista telefónica al diario español ABC en la que habla sobre los presuntos abusos sexuales que tuvieron lugar en la diócesis y que se están investigando. En ella afirma: "He cumplido el protocolo de la Santa Sede absoluta y escrupulosamente".
Según ha explicado tras conocer la acusación de la víctima y mantener una reunión con ella, el Prelado decidió ir a Roma para "hablar directamente con la Congregación que se ocupa de estos casos y pedir consejo".
"Con el billete comprado y las audiencias pedidas, recibo una carta de la Santa Sede donde se comenta que ha habido esta denuncia y me pide que proceda con el protocolo que corresponde. Inicio entonces un proceso de investigación previa que verifica que el relato de la presunta víctima es verosímil, porque en ese momento todavía no había ningún acto judicial", afirma el Prelado.
Además precisa que "el protocolo del Vaticano establece que si los hechos denunciados son verosímiles se debe imponer sencillamente unas medidas cautelares para proteger a las presuntas y eventuales víctimas. Por eso decido suspender a los tres sacerdotes", asegura.
Según afirma Mons. Martínez el 15 de octubre fue cuando decidió interponer las medidas cautelares: "El día 17 recibo un correo de la víctima pidiéndome que no actuase para no interferir en las investigaciones policiales porque el asunto había sido llevado a los tribunales".
Una semana después el Arzobispo recibió un auto de un juez de Granada, declarando el secreto del sumario y pidiéndole que no actuara para no interferir en la investigación que se está llevando a cabo. "A partir de ese momento no actúo. Naturalmente, hice el informe para la Santa Sede y envié el auto y la providencia del juez", afirma el Prelado.