LIMA,
"Me buscaba, me encontraba y me golpeaba en la barriga o me arrastraba en la calles para no tener al bebé", cuenta una joven madre al recordar lo que su "pareja" le hacía vivir, llegando incluso a pensar en abortar. Sin embargo, el llegar al "Hogar Gladys" le cambió la vida. Acá su testimonio.
"Él, como tiene otra familia, no quería que su familia se entere… No quería que tuviera al bebe y me dijo: "Si nace y yo te veo por acá. Yo te lo voy a quitar y lo voy a dar en adopción o lo voy a dejar tirado por ahí", declaró para ACI Prensa la chica a quien, por motivos de seguridad, llamaremos Lucy.
Es en esta situación de angustia, dolor, desesperación y sin tener un lugar seguro, pensó en acabar con la vida de su hijo.
Pero así como se lee en la Biblia, Dios puso a una persona en el momento oportuno para que se realicen sus designios. "Una señorita me contactó y me dijo que había un lugar donde yo podía estar tranquila, sin maltrato, sin golpes y aprender muchas cosas. Y me trajo para acá (el Hogar Gladys)", contó.
Allí le aconsejaron, le hablaron de las cosas buenas que podía hacer más adelante y la ayudaron a olvidar lo vivido. Por eso ahora ella sueña con un mejor futuro.
"He pensado en un lugar donde dejar a mis hijos por corto tiempo y yo ponerme a trabajar para ellos para poder tener mi casita… trabajar en cosmetología, en eso de lo que estoy aprendiendo, o sino tejer chompitas. Como ya sé hacer chompitas, chalinitas, para ir vendiendo yo misma. O también cocinar porque dicen que cocino rico", manifestó.