ROMA,
"Dios me puso en tu vientre como bendición", son las palabras que un no nacido transmite a las madres embarazadas que por temor o abandono piensan abortar. "No te preocupes... Él nos va a suplir a ti y a mí lo necesario para salir hacia adelante", agrega en la carta para animar a las mujeres a que elijan la vida.
El texto fue escrito por Jannie L. Guzmán, una católica de Puerto Rico que hace más de ocho años tuvo un encuentro personal con Cristo, el cual le ayudó a superar la depresión en que había caído y que, había descubierto, se generó en el vientre de su madre durante el periodo en que estuvo en peligro de morir por aborto espontáneo.
"Durante mis años universitarios, mi enfoque principal era mis estudios, además de retarme para lograr metas altas en el área de la medicina; pero, los planes de Dios no eran los míos. Caí en una depresión que me descontroló todo: mi autoestima, mi seguridad... Me sentía vacía, atrapada, con un dolor en mi alma que solamente Dios podía sanar", contó Guzmán en su testimonio enviado a ACI Prensa.
Sin embargo, por momentos se sentía abandonada. "Le decía constantemente a Dios: 'Me siento sola. ¿Existes? No puedo más. ¿Te has olvidado de mí?'".
"Todo era silencio; pero, en los momentos más desesperados en los que parecía que para mí no había esperanza, Dios - aunque entonces no reconocía su voz - me decía: 'Tranquila, tú puedes. No estás sola'".
Jannie por entonces vivía fuera Puerto Rico y extrañaba a su familia, así que decidió regresar para Acción de Gracias. "Esa misma semana, mi madre y mi tía me llevaron ante algunos hermanos de nuestra Santa Madre Iglesia Católica para que oraran por mí".