VATICANO,
En el servicio humilde está la fuerza y la alegría del cristiano, afirmó este martes el Papa Francisco durante la Misa en la Casa Santa Marta, donde exhortó a no ser cristianos perezosos o creerse patrones de la fe, que quieren al Señor "para su grupito" y convierten la actitud de servicio en una estructura de poder.
Durante su homilía, el Santo Padre reflexionó sobre lo que significa el servicio para un cristiano, aprovechando la parábola del "siervo inútil" que después de una larga jornada de trabajo, llega a su casa no para descansar, sino para servir a su señor.
"Alguno de nosotros aconsejaría a este siervo que vaya a pedir algún consejo al sindicato, para ver cómo hacer con un patrón de este tipo. Pero Jesús dice: 'No, El servicio es total', porque Él ha hecho camino con esta actitud de servicio; Él es el siervo", señaló el Papa.
Francisco explicó que Cristo "se presenta como el siervo, aquel que ha venido a servir y no a ser servido: así lo dice, claramente. Y así, el Señor hace sentir a los apóstoles el camino de aquellos que han recibido la fe, aquella fe que hace milagros. Sí, esta fe hará milagros por el camino del servicio".
En ese sentido, advirtió que un cristiano que no lleva adelante el don de la fe -recibida en el Bautismo-, por el camino del servicio, "se convierte en un cristiano sin fuerza, sin fecundidad"; y al final se convierte en "un cristiano para sí mismo, para servirse a sí mismo", de modo que su vida es una "vida triste", puesto que "tantas cosas grandes del Señor" son "derrochadas".
Cristo, explicó el Papa, nos dice que "el servicio es único", porque no se puede servir a dos patrones: "O a Dios, o a las riquezas". Nosotros podemos alejarnos de esta "actitud de servicio, ante todo, por un poco de pereza", pero ello hará tibio el corazón porque "la pereza te vuelve cómodo".