MADRID,
El Obispo de Cartagena (España), Mons. José Manuel Lorca, ha presidido el funeral por las víctimas del accidente de autobús en Cieza, Murcia al que han asistido los Reyes de España, el Ministro de Interior junto con más de 4.000 personas en el polideportivo de Bullas (Murcia).
Durante la homilía, Mons. Lorca ha dicho: "confieso que me cuesta tratar de consolar cuando uno también tiene el corazón roto y contempla a su alrededor la dramática situación que ha dejado este golpe seco. Son de agradecer todas las muestras de solidaridad habidas, personales y desde tantas instancias e instituciones".
"Después de la tragedia, la condición de creyentes nos acerca al corazón de Dios porque encontramos en él el amparo que necesitamos ante las dificultades", ha declarado el Obispo.
Mons. Lorca también ha explicado que "hemos pasado por el dolor, la angustia, el sufrimiento… hemos visto cómo tantos hombres y mujeres luchaban contra los elementos, agarrados sólo a este pensamiento: salvarles, rescatarles, hacerles visible la vida, en medio de una noche negra y pensando en los que esperaban con los ojos cerrados y puños apretados para que nadie les arrebatase el anhelo y la certeza de abrazar a los que estaban esperando".
Además también ha recordado la muerte del capellán de la parroquia de Nuestra Señora del Rosario, organizador de la peregrinación: "Mi familia también ha perdido un ser querido en este accidente, yo he perdido un hijo; los sacerdotes hemos perdido a un hermano, al párroco, a Don Miguel. Un joven sacerdote de 36 años, sencillo, directo, entregado, amable, atento, servicial, sacrificado… sólo Dios sabe lo que esta criatura llevaba para adelante y el bien que estaba haciendo a tantísimas personas, de una manera callada. Pero nos hemos puesto y lo hemos puesto en las manos de Dios. Ahora confiamos, su corazón era mariano".
Ante esta tragedia el Prelado ha animado "necesariamente a agarrarnos al Señor, dar el salto a la fe y tener un gesto de confianza para escuchar a Dios en lo hondo del corazón y recordar lo que nos dijo el Señor: 'Yo he vencido a la muerte'".