ROMA,
Los restos del Muro de Berlín revelan un sutil pero crudo recordatorio para la civilización para que no "mire los muros como solución", dice el sacerdote jesuita alemán Bernd Hagenkord.
Han pasado 25 años desde el día en que el muro cayó, un evento que marcó el inicio del fin de la Guerra Fría y sirvió como catalizador para la reunificación de Alemania. El aniversario llega meses después de la canonización de San Juan Pablo II, una de las figuras centrales involucradas en el colapso del comunismo.
Comenzando poco después del final de la II Guerra Mundial, la Guerra Fría estuvo marcada por tensiones políticas y militares entre los bloques occidental y oriental, una separación simbólicamente llamada la "cortina de hierro".
Levantado en 1961 en Berlín, el Muro significó una separación entre el Este y el Oeste de Alemania, que duró hasta el 9 de noviembre de 1989, cuando, después de meses de protestas, esa era llegó a su fin.
"LICHTGRENZE" ist eine Lichtinstallation zum 25. Jahrestag des Mauerfalls! http://t.co/9CcTg67Q7D pic.twitter.com/wlWjcTldN3
- coultique (@coultique) noviembre 9, 2014