Probablemente no disfrute otra Navidad. Sin embargo, enterarse que padece un cáncer terminal no amilana a Lauren Hill, una joven deportista de 18 años que cumplió su sueño de jugar un partido de básquetbol en la liga universitaria y que sigue dedicando lo que le quede de vida a recaudar fondos para hallar una cura y ayudar a otras personas que sufren la misma enfermedad.
Lauren fue diagnosticada con glioma pontino intrínseco difuso (DIPG por sus siglas en inglés), un cáncer cerebral difícil de detectar y que es incurable cuando aparece en la niñez. Los médicos no le dieron esperanzas.
Sin embargo, Lauren ama el básquetbol y uno de sus sueños era jugar en la institución deportiva universitaria de EEUU (NCAA), por lo menos una vez mientras tuviera fuerzas, representando a la Universidad Mount St. Joseph de Cincinatti, institución que abrió sus puertas en 1920 como Colegio de Mount St. Joseph y que es patrocinado por las Hermanas de la Caridad de Cincinnati. Fue la primera universidad católica para las mujeres en el suroeste de Ohio.
Así, gracias a que la NCAA decidió adelantar el inicio del campeonato, Lauren pudo ingresar al campo de la Universidad de Xavier y participar en el encuentro entre su equipo de la Universidad Mount St. Joseph de Cincinatti y el Hiram College, partidos que por lo general atraen a solo cien personas.
Sin embargo, la noche del domingo 2 de noviembre, 10.250 personas llenaron las tribunas y desde ahí ovacionaron a la joven que, debido a su frágil salud, solo pudo estar 47 segundos en todo el partido.