ROMA,
El Obispo español Ignacio Carrasco de Paula, Presidente de la Pontificia Academia para la Vida en el Vaticano, dijo que no juzgamos a las personas sino que es el gesto en sí mismo lo que se condena, al referirse al caso de Brittany Maynard, la estadounidense que padecía de cáncer terminal y que se suicidó el sábado 1 de noviembre.
En declaraciones a la agencia italiana Ansa, el Prelado señaló que "no juzgamos a las personas sino que es el gesto en sí (el suicidio asistido) lo que se condena. Lo que ha sucedido en la consciencia no lo sabemos. Nosotros elegimos siempre buscando el bien, lo malo sucede cuando nos equivocamos".
"La consciencia es como un santuario en el que no se puede entrar", aseguró el Obispo.
Para Mons. Carrasco de Paula, esta joven mujer decidió quitarse la vida "pensando en morir dignamente, pero está aquí el error, suicidarse no es una cosa buena, es una cosa mala porque es decirle no a la propia vida y a todo lo que significa respeto a nuestra misión en el mundo hacia las personas que tenemos cerca".
El Presidente de la Pontificia Academia para la Vida dijo que el suicidio asistido es "un absurdo" porque "la dignidad es algo distinto a ponerle fin a la propia vida".
El Prelado propuso luego pensar en la posibilidad de que "un día se apruebe un proyecto por el cual todos los enfermos acaben con su vida. (Si eso sucede), entonces estos serían completamente abandonados: el peligro es inminente porque la sociedad no quiere pagar los costos de la enfermedad y este panorama corre el riesgo de convertirse en la solución".