VATICANO,
Durante la Misa celebrada este martes en la Casa Santa Marta, el Papa Francisco llamó a dejar de lado el egoísmo y creerse el centro de todo, pues estas actitudes hacen difícil escuchar la voz de Dios, que ofrece como regalo la salvación eterna.
En su homilía, el Papa reflexionó sobre el pasaje del Evangelio donde un hombre ofreció una gran fiesta, pero los invitados pusieron excusas para no ir. Esta parábola, señaló, nos hace pensar porqué "a todos nos gusta ir a una fiesta, nos gusta ser invitados". Pero en este banquete "había algo" que a los tres invitados "que son un ejemplo de tantos, no les gustaba".
En ese sentido, recordó que uno de los invitados rechaza ir a la fiesta porque prefería ir a ver su campo, tiene ganas de verlo para sentirse "un poco potente". "La vanidad, el orgullo, el poder, y prefiere más bien aquello que quedarse sentado como uno entre tantos". Otro ha comprado cinco bueyes, por lo tanto está concentrado en los negocios y no quiere "perder tiempo" con otra gente.
Finalmente el tercero se excusa diciendo que es casado y no quiere llevar a la esposa a la fiesta. "No quería el afecto para sí mismo: el egoísmo", advirtió el Papa.
"Al final los tres tienen una preferencia por sí mismos, no por compartir una fiesta: no sabe qué es una fiesta". Siempre, hay un interés, hay lo que Jesús ha explicado como "el contracambio".
Francisco dijo que si la invitación hubiera, por ejemplo: "Vengan, que tengo dos o tres amigos negociantes que vienen de otro país, podemos hacer algo juntos", seguramente nadie se habría excusado.