ROMA,
Con una inversión de 26 millones de euros, el Hospital Pediátrico Bambino Gesù de Roma, más conocido como el "Hospital del Papa", dispondrá a partir de ahora con cinco mil metros cuadrados de última tecnología en medicina genética y celular, convirtiéndose en el centro pediátrico de investigación y asistencia más importante de Europa y uno de los principales del mundo.
Los proyectos se dirigirán a la identificación de las bases biológicas de las enfermedades y a la investigación de terapias innovadoras y más eficaces, especialmente en el ámbito de la leucemia, tumores sólidos, enfermedades raras y patologías metabólicas.
Los nuevos laboratorios, situados en la estructura hospitalaria "San Paolo Fuori le Mura", contarán con 200 investigadores para desplegar las funciones de apoyo a la actividad de investigación científica biomédica, y además, una oficina farmacéutica para el desarrollo de terapias ayudará a la cura de graves enfermedades.
El Secretario de Estado Vaticano, Cardenal Pietro Parolin, inauguró los laboratorios el 21 de octubre con un discurso titulado "El resultado de un compromiso al servicio de los pequeños enfermos y de toda la sociedad".
La autoridad vaticana señaló que esta nueva etapa del hospital del Papa es fruto del compromiso con la salud de los menores. "El grado de civilización de una sociedad se mide sobre todo por la atención que ésta reserva a los más débiles: los enfermos, los presos, los desocupados, y los refugiados", y "desde siempre, la Iglesia se ha comprometido en estos amplios sectores de apostolado mediante la creación de numerosas iniciativas benéficas, haciendo de la solidaridad y del cuidado de los más débiles uno de los testimonios más creíbles de su fe", afirmó.
"La fe en Dios, rico de misericordia, se ha traducido a lo largo de los siglos en obras concretas, tangibles signos de esperanza, entre los cuales brillan aquellos dirigidos al cuidado de los enfermos", dijo.