VATICANO,
Durante la Misa matutina celebrada en la Casa Santa Marta, el Papa Francisco afirmó que con su sacrificio, Jesús ha hecho a los hombres "amigos cercanos" y que ofrece a la humanidad su servicio de restaurar la paz rompiendo los muros que han generado divisiones entre las personas.
"Todos nosotros sabemos que cuando no estamos en paz con las personas, hay un muro. Hay un muro que nos divide. Pero Jesús nos ofrece su servicio, el de derribar este muro, para que podamos encontrarnos. Y si estamos divididos, no somos amigos: somos enemigos. Y ha hecho mucho más, para reconciliar a todos en Dios. Nos ha reconciliado con Dios: de enemigos, amigos; de extraños, hijos", aseguró el Santo Padre.
Francisco también señaló que "el cristiano es un hombre o una mujer que sabe esperar a Jesús y por esta razón es un hombre o una mujer de esperanza".
"Éstos son los cristianos, un pueblo unido por Jesús más allá de toda enemistad; servido por Él y dotado de un nombre", indicó el Papa al reflexionar sobre el Evangelio de Lucas y la Carta de San Pablo a los Efesios.
Asimismo, recordó que Cristo habla a sus discípulos comparándose con el patrón que regresa tarde, por la noche, de la fiesta de matrimonio y llama "bienaventurados" a los siervos que lo esperan despiertos y con las lámparas encendidas. En la escena siguiente Jesús se hace siervo de sus servidores, llevándoles la comida a la mesa.
El primer servicio que el Maestro hace a los cristianos es darles "la identidad", afirmó el Papa. "Nosotros sin Cristo no tenemos identidad".