ROMA,
"En Erbil (Irak), la situación de los refugiados es dura", alertó Karin Maria Fenbert, de la asociación católica Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), al recordar que los cristianos y otras minorías que lograron salvarse del Estado Islámico están viviendo en tiendas de campaña que no reúnen las condiciones necesarias para soportar el crudo invierno que ya se avecina.
Fenbert estuvo recientemente en la capital del Kurdistán iraquí, donde desde mediados de año se encuentran más de 100.000 personas provenientes de Mosul, Qaraqosh y otras ciudades de la planicie del Nínive que ahora están bajo control del Estado Islámico (ISIS).
El invierno "no está lejos y muchos refugiados todavía viven en tiendas que no tienen servicios higiénicos" ni privacidad, expresó la representante de AIN. Además, indicó que el año escolar ha comenzado y las personas que están viviendo en las escuelas tienen que dejarlas lo más pronto para evitar tensiones con los pobladores locales.
"La Iglesia está casi sola en la atención de los refugiados. El Gobierno iraquí no ha hecho nada por ellos. Las tiendas de los refugiados están en las propiedades de las parroquias. La Iglesia en Irak necesita urgente apoyo económico desde el exterior y este tiene que llegar rápido", señaló.
En ese sentido, indicó que AIN, en colaboración con la Iglesia local, concluirá a fin de mes la construcción de módulos para alojar a 4.000 personas, los cuales formarán la aldea P. Werenfried –en honor al fundador de AIN-. Además se tiene proyectado alquilar alojamientos para los refugiados en las cercanías de Erbil y construir cuatro escuelas en esta ciudad y cuatro más en Dohuk.
Asimismo se brindará alojamiento a los sacerdotes y religiosas que hay entre los refugiados. Se apoyará al seminario mayor de Irak –que tiene 28 seminaristas- y al Babel College, el único instituto en el país que enseña teología y filosofía. Además se distribuirán paquetes de alimentos a unas 8.000 familias y 15.000 cajas navideñas para los niños.