VATICANO,
La fuerza del cristiano está en hacer la voluntad de Dios, afirmó este domingo el Papa Francisco durante la Misa de beatificación de Pablo VI y clausura del Sínodo de la Familia, encuentro de obispos donde se ha visto cómo el Espíritu Santo guía y renueva a la Iglesia para responder con valentía a los nuevos retos y devolver la esperanza.
En su homilía, el Papa reflexionó sobre el pasaje evangélico donde los fariseos intentan poner a prueba a Jesús preguntándole si se debe pagar o no impuestos al César. Cristo, explicó Francisco, responde "dar al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios", una "frase irónica y genial a la provocación de los fariseos que, por decirlo de alguna manera, querían hacerle el examen de religión y ponerlo a prueba".
"Es una respuesta inmediata que el Señor da a todos aquellos que tienen problemas de conciencia, sobre todo cuando están en juego su conveniencia, sus riquezas, su prestigio, su poder y su fama. Y esto ha sucedido siempre", señaló ante unos 70.000 fieles reunidos en la Plaza de San Pedro en el Vaticano.
En ese sentido, explicó que "'dar a Dios lo que es de Dios' significa estar dispuesto a hacer su voluntad y dedicarle nuestra vida y colaborar con su Reino de misericordia, de amor y de paz".
"En eso reside nuestra verdadera fuerza, la levadura que fermenta y la sal que da sabor a todo esfuerzo humano contra el pesimismo generalizado que nos ofrece el mundo. En eso reside nuestra esperanza, porque la esperanza en Dios no es una huida de la realidad, no es una coartada: es ponerse manos a la obra para devolver a Dios lo que le pertenece".
"Por eso, el cristiano mira a la realidad futura, a la realidad de Dios, para vivir plenamente la vida –con los pies bien puestos en la tierra– y responder, con valentía, a los incesantes retos nuevos".