VATICANO,
Con ocasión de la Jornada Mundial de la Alimentación, el Papa Francisco dirigió este viernes un mensaje al director de la FAO, Graziano da Silva, para pedir que se vaya más allá de los números porque quienes sufren el hambre y la desnutrición son personas, "y precisamente por su dignidad de personas, están por encima de cualquier cálculo o proyecto económico".
En el texto, el Santo Padre llamó a reflexionar sobre el desperdicio de alimentos y la especulación de precios "en nombre del dios beneficio". Una de "las paradojas más dramáticas de nuestro tiempo" es asistir con impotencia, "pero a menudo también con indiferencia", al drama de cientos de miles de personas que padecen hambre, "como si todo fuera una responsabilidad ajena que no nos incumbe", señaló.
Francisco dijo que si bien ha habido avances en esta lucha, "los últimos datos siguen presentando aún una situación inquietante". Sin embargo, exhortó a ir más allá de los datos, pues "hay un aspecto importante del problema que no ha recibido todavía la debida consideración en las políticas y planes de acción: quienes sufren la inseguridad alimentaria y la desnutrición son personas y no números, y precisamente por su dignidad de personas, están por encima de cualquier cálculo o proyecto económico".
El Papa también reflexionó sobre el tema de la presente Jornada, "Agricultura familiar: Alimentar al mundo, cuidar el planeta", para exhortar a que se reconozca "cada vez más el papel de la familia rural y desarrollar todas sus potencialidades".
"La familia rural –indicó-, puede responder a la falta de alimentos sin destruir los recursos de la creación. Pero, para ello, hemos de estar atentos a sus necesidades, no sólo técnicas, sino también humanas, espirituales, sociales y, por otra parte, tenemos que aprender de su experiencia, de su capacidad de trabajo y, sobre todo, de ese vínculo de amor, solidaridad y generosidad, que hay entre sus miembros y que está llamado a convertirse en un modelo para la vida social".
Sin embargo, advirtió que las normas e iniciativas en favor de la familia "distan mucho de colmar sus exigencias reales y esto es un déficit que hay que atajar. Está muy bien que se hable de la familia rural y que se celebren años internacionales para recordar su importancia, pero no es suficiente: esas reflexiones tienen que dar paso a iniciativas concretas".