ROMA,
El Tribunal Superior de Lahore, tribunal de segundo grado, esta mañana ha confirmado la sentencia de condena a muerte de Asia Bibi, la mujer cristiana paquistaní acusada de blasfemia, ante la cual siempre se ha declarado inocente.
Lo confirma a la agencia vaticana Fides uno de los abogados del grupo de defensa de la mujer, el cristiano Naeem Shakir, informando que el recurso interpuesto por la defensa ha sido rechazado.
En la audiencia celebrada esta mañana, de 9.30 a 13.30, ante el colegio presidido por el juez Anwar ul Haq, la defensa ha presentado sus alegatos escritos que desmantelaban las acusaciones, desenmascarando a los testigos poco creíbles y las obvias falsas acusaciones. "El juez ha sostenido que las acusaciones de las dos mujeres musulmanas (dos hermanas) que fueron testigos de la supuesta blasfemia cometida por Asia son válidas y creíbles. Se trata de las mujeres con las que Asia tuvo un altercado y del que surgió el caso", ha dicho Shakir, mostrando una gran amargura y decepción.
"La justicia está cada vez más en manos de los extremistas", ha añadido, anunciando que, de acuerdo con el marido de Asia, se recurrirá a la Corte Suprema, tercer y último grado de juicio en Pakistán.
En junio de 2009, Asia Bibi trabajaba como obrera en Sheikhupura, cerca de Lahore, Pakistán. En una ocasión le pidieron que buscara agua potable para sus compañeras. Algunas de las trabajadoras –todas musulmanas– se negaron a beber el agua por considerarla "impura" debido a que fue provista por una cristiana.
Un día más tarde, Asia fue atacada por una turba y llevada a una comisaría "por su seguridad", donde fue acusada de blasfemia contra Mahoma. Desde su detención denunció ser perseguida en razón de su fe y negó haber proferido insulto alguno contra el Islam.