ROMA,
"Las uniones entre personas del mismo sexo no pueden ser equiparadas al matrimonio entre un hombre y una mujer", afirma el "Relatio post disceptationem", documento que resume las ponencias de la primera parte del Sínodo de la Familia y que es la base para los debates que tienen lugar esta semana.
El texto fue leído este lunes por el Cardenal Peter Erdo, Relator General del Sínodo.
El documento señala que "las personas homosexuales tienen dones y cualidades para ofrecer a la comunidad cristiana", y que "a menudo desean encontrar una Iglesia que sea casa acogedora para ellos".
En ese sentido, pregunta si "¿estamos en grado de recibir a estas personas, garantizándoles un espacio de fraternidad en nuestras comunidades?". "¿Nuestras comunidades están en grado de serlo (acogedoras), aceptando y evaluando su orientación sexual, sin comprometer la doctrina católica sobre la familia y el matrimonio?"
El documento señala que "la cuestión homosexual nos interpela a una reflexión seria sobre cómo elaborar caminos realísticos de crecimiento afectivo y de madurez humana y evangélica integrando la dimensión sexual: por lo tanto se presenta como un importante desafío educativo".
"La Iglesia, por otra parte, afirma que las uniones entre personas del mismo sexo no pueden ser equiparadas al matrimonio entre un hombre y una mujer. Tampoco es aceptable que se quieran ejercitar presiones sobre la actitud de los pastores o que organismos internacionales condicionen ayudas financieras a la introducción de normas inspiradas a la ideología de género", expresa.