ROMA,
La agencia vaticana Fides informó que ayer fueron liberadas 4 mujeres que formaban parte del grupo de una veintena de rehenes que secuestró una banda armada junto con el sacerdote franciscano P. Hanna Jallouf, párroco de la aldea siria de Knayeh.
Así lo indicó a la agencia vaticana Fides el Obispo Georges Abou Khazen, Vicario Apostólico de Aleppo para los católicos de rito latino: "los secuestradores no han dado nada a las mujeres. Ni siquiera fueron interrogadas".
Fuentes locales confirman que los secuestradores estaban armados. Hasta el momento, los autores del secuestro no han enviado ningún mensaje a los familiares y amigos de los secuestrados, no han dicho quiénes son ni reivindican el acto. El número total de secuestrados sugiere que no se trata de delincuentes comunes.
La Custodia Franciscana de Tierra Santa ha atribuido el secuestro colectivo a una brigada de Jabhat al-Nusra, la facción yihadista que controla la zona. El lugar de detención de los rehenes se encuentra a pocos kilómetros de la aldea de Knayeh.
El Obispo Georges Abou Khazen dijo a Fides que hay muchas expresiones de afecto llegando de toda Siria para la comunidad católica de Knayeh, donde trabaja también sor Patrizia Guarino, de las Hermanas Franciscanas del Corazón Inmaculado de Maria.
"Sor Patrizia –explica el Obispo Abou Khazen– es muy querida por todos. Ella es enfermera en la aldea, y todos la ven también como una guía espiritual, que ayuda a curar no solo las enfermedades y dolores del cuerpo, sino también los sufrimientos del alma".