Cada 9 de octubre la Iglesia Católica celebra a San Luis Beltrán (1526-1581), misionero español de la Orden de Predicadores (Dominicos) que llegó a América para evangelizar los territorios del virreinato de Nueva Granada. San Luis se estableció en la parte norte de lo que hoy es Colombia, donde ganó muchísimas almas para Dios entre las poblaciones indígenas.
La República de Colombia lo considera su santo Patrono, razón por la cual los colombianos se encomiendan de manera especial a su intercesión en este día.
Rodeado de santos
San Luis Beltrán nació en Valencia (España) en el año 1526. A los días de nacer fue bautizado en la misma pila bautismal donde 175 años antes había sido bautizado San Vicente Ferrer, otro hijo ilustre de la Orden que fundó Santo Domingo de Guzmán. Se dice que Luis guardaba algún parentesco con San Vicente a través de su familia paterna.
Ingresó a la Orden de Predicadores en 1544 y fue ordenado sacerdote por Santo Tomás de Villanueva. Luis destacaba por su prudencia, su capacidad de discernimiento y la claridad con la que brindaba consejo a quien lo requiriera. En cierta ocasión, Santa Teresa de Ávila le hizo una consulta en torno a la reforma que ella llevaba a cabo en el Carmelo y si debía fundar un convento en su ciudad.
San Luis Beltrán le respondió: "El asunto sobre el cual me pide información es tan importante que me dediqué por varios días a pedirle a Nuestro Señor que me iluminara lo que le debía responder… Ahora le digo que sí, que lo debe fundar. Y le añado una noticia más: su comunidad va a ser tan ayudada por Dios, que dentro de cincuenta años será una de las más importantes en la Iglesia Católica".