VATICANO,
Los obispos reunidos en la Tercera Congregación General del Sínodo de la Familia pidieron este martes que la preparación de los novios para recibir el sacramento del matrimonio sea larga, personalizada y severa, "sin miedo a que eventualmente disminuya el número" de bodas religiosas, para así contar con matrimonios válidos y fructíferos.
Según informó este martes la Santa Sede, durante la mañana de hoy se siguieron los temas ''Evangelio de la familia y ley natural'', y ''La familia y la vocación de la persona en Cristo'', de acuerdo con el orden del Instrumentum Laboris.
En ese sentido, durante el debate general se afirmó la necesidad de "una mayor preparación para el matrimonio, para que éste no fuera sólo válido, sino también fructífero".
"La propuesta es la de no preocuparse solamente por los remedios para el fracaso de la unión conyugal, sino también por las condiciones que la hacen válida y fructífera. Lo que hay que transmitir es una visión del matrimonio no sólo como punto de llegada, sino como un camino hacia una meta más alta, un camino de crecimiento personal y de pareja, una fuerza y fuente de energía".
"La elección del matrimonio es una vocación verdadera y propia y como tal requiere fidelidad y coherencia para ser realmente un lugar de crecimiento y de salvaguardia de lo humano", expresaron los obispos. "Para ello, hay que acompañar constantemente a los cónyuges en su itinerario de vida, a través de una pastoral familiar intensa y vigorosa".
"El camino de preparación para el sacramento del matrimonio debe ser, por lo tanto, largo, personalizado y también severo, sin miedo a que eventualmente disminuya el número de bodas celebradas en la Iglesia. De lo contrario, se corre el riesgo de obstruir los tribunales de justicia con los procesos matrimoniales", advirtieron.