BUENOS AIRES,
Una multitud, en su mayoría jóvenes, participó este fin de semana bajo una lluvia intensa en buena parte del camino de la 40 peregrinación a pie a Luján, donde el Arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Aurelio Poli, recordó ante la Virgen que "en la Patria somos hermanos y la fraternidad la necesitamos para seguir adelante".
La Policía bonaerense no informó de la cantidad de personas que participó de esta caminata a la casa de la patrona nacional que llevó por lema "Madre, ayúdanos a trabajar por la paz", pero, pese a la inclemencia del tiempo, ciento de miles se animaron a caminar los 60 kilómetros.
El Purpurado presidió la misa concelebrada desde el altar levantado en la Plaza Belgrano, frente a la basílica.
"Aunque llegaron pasados de agua, llegaron aquí a la casa de la Virgen", destacó y agregó que "lo que más quiere la Virgen es que vivas libre de todo lo que te esclaviza, comenzando por el pecado. Libre como un hijo y una hija de Dios. Ella quiere bendecir tu vida y tu camino".
"Ella quiere también que el río de vida que te acompaño en el camino los reconozca como a tus hermanos y a tus hermanas, y a partir de ahora cuando se encuentren en tu ciudad, en tu pueblo, en tu trabajo, no los trates como extraños. En la patria somos hermanos y la fraternidad la necesitamos para seguir adelante. ¡Hay futuro si somos hermanos!", sostuvo.
El Primado argentino mantuvo un diálogo a la distancia con los peregrinos y repitió tres veces: "La Patria tiene una Madre y se llama…", a lo que los peregrinos respondían: "María" e insistió en recordar que los argentinos "somos hermanos".