VATICANO,
El ángel guardián o custodio sí existe, no es una doctrina fantasiosa sino un compañero que Dios ha puesto a cada uno en el camino de la vida. Así lo indicó el Papa Francisco en su homilía de la misa matutina celebrada en la capilla de la Casa de Santa Marta, en el día en que la Iglesia celebra la memoria de los Santos Ángeles Custodios.
Según señala Radio Vaticana, el Pontífice destacó que las lecturas del día presentan dos imágenes: la del ángel y la del niño. Y dijo que Dios ha puesto a nuestro lado a un ángel para custodiarnos. De ahí que afirmara que "si alguno de nosotros creyera que puede caminar solo, se equivocaría tanto", caería "en esa equivocación tan fea que es la soberbia, o sea creer que se es grande", autosuficiente.
Mientras Jesús, prosiguió el Papa, enseña a los apóstoles que hay que ser como los niños. "Los discípulos discutían acerca de quién era el más grande entre ellos: había una disputa interna… el afán de hacer carrera, ¡eh! Estos que son los primeros obispos tenían esa tentación de hacer carrera. 'Eh, yo quiero llegar a ser más grande que tú…'".
No es un buen ejemplo lo que hacían los primeros obispos, pero es la realidad. Y Jesús les enseña la verdadera actitud", la de los niños: "la docilidad, la necesidad del consejo, la necesidad de la ayuda, porque el niño es, precisamente, el signo de la necesidad de ayuda, de docilidad para ir hacia adelante… Éste es el camino. No quien es más grande".
Los que se acercan a la actitud de un niño están "más cerca de la contemplación del Padre", dijo el Papa Francisco, porque escuchan con el corazón abierto y dócil al ángel custodio.
"Todos nosotros, según la tradición de la Iglesia, tenemos un ángel con nosotros, que nos custodia, nos hace sentir las cosas. Cuántas veces hemos escuchado: 'Pero… esto… debería ser así, esto no va, debes estar atento…': ¡tantas veces! Es la voz de nuestro compañero de viaje. Estar seguros de que él nos llevará hasta el final de nuestra vida con sus consejos, y por eso dar escucha a su voz, no rebelarnos … Porque la rebelión, las ganas de ser independiente, es una cosa que todos nosotros tenemos; es la soberbia, la que tuvo nuestro padre Adán en el Paraíso terrenal: la misma. No te rebeles: sigue sus consejos".