Cada 29 de septiembre la Iglesia celebra la fiesta de los santos Arcángeles Miguel, Rafael y Gabriel. Sus nombres permanecen grabados en el alma de los cristianos de todos los tiempos en virtud a su grandeza y obediencia a la voluntad de Dios.
A Miguel, Rafael y Gabriel los conocemos bien porque aparecen mencionados en la Sagrada Escritura, cada uno llevando a cabo alguna misión crucial, bajo mandato divino, dentro de la historia de la salvación.
(Al final de esta nota están citados algunos artículos del Catecismo de la Iglesia Católica con respecto a la naturaleza de los ángeles).
Los nombres de los Arcángeles
San Miguel Arcángel es quien está al mando de los ejércitos celestiales. El nombre “Miguel” en hebreo significa “¡Quién como Dios!” (a veces la exclamación aparece como pregunta); expresión que evoca la omnipotencia de Dios, así como su amor y justicia infinitas. Su nombre es el grito de guerra que resuena triunfante en la batalla contra el Adversario, Satanás, y su corte de ángeles caídos.
“Rafael”, por su parte, quiere decir “medicina de Dios” o “Dios ha obrado la salud”. San Rafael es el arcángel amigo de los caminantes y peregrinos; es también el médico de quienes padecen alguna enfermedad.