MÉXICO D.F.,
Tras varios días de desaparecido, el cuerpo sin vida y con marcas de tortura del P. José Ascencio Acuña Osorio, sacerdote de la Diócesis de Ciudad Altamirano (México), fue encontrado en el río Balsas en el poblado de Santa Cruz de la Tinaja. El presbítero era Párroco de la Parroquia San Miguel Arcángel en San Miguel Totolapan.
A través de un comunicado con fecha 25 de septiembre, el Obispo de la Diócesis, Mons. Maximino Martínez Miranda, señaló que "estamos consternados por la muerte de nuestro hermano el Padre J. Ascensión por aquellos que han perdido el sentido de la vida y viven en la cultura de la muerte, que es violencia y toda clase de pecado".
Las autoridades señalaron que el cuerpo del sacerdote hallado el pasado martes, presentaba heridas punzo cortantes y golpes contusos y el Servicio Médico Forense de Iguala determinó que el P. Acuña murió de asfixia por sumersión.
Mons. Martínez dijo además en su comunicado que "en la Iglesia Católica lamentamos y rechazamos rotundamente esta clase de actos que van en contra de la vida humana, en contra del mejoramiento de la sociedad y la labor evangelizadora de un sacerdote que diariamente procura el bien de los demás" y afirmó que a pesar de las heridas causadas por este trágico hecho "nuestra misión es seguir luchando en nuestra Diócesis".
"No tenemos palabras para expresar nuestra preocupación y pena por el asesinato de nuestro querido padre J. Ascensión Acuña Osorio" reafirma el Prelado e invita "a la oración por el eterno descanso del presbítero J. Ascensión y por los responsables de este magnicidio para que el Señor transforme sus corazones que son de piedra, en un corazón de carne".
Según informó SurAcapulco.mx la fiscalía Regional de la Procuraduría General de Justicia del Estado en la región de Tierras Calientas, que se están llevando a cabo las investigaciones para esclarecer el motivo del crimen que es desconocido y así proceder a la búsqueda y la detención de los responsables y ponerlos a dispocisión de la justicia.