LOS ÁNGELES,
El Arzobispo de Los Ángeles, Mons. José Gómez, señaló que el fallecido Obispo de San Diego, Mons. Cirilo Flores, fue "un hombre de las bienaventuranzas" que dejó un mensaje de amor en medio del sufrimiento.
"Damos gracias a Dios por la vida de nuestro hermano y amigo. Qué hermoso ejemplo para todos nosotros", dijo Mons. Gómez en su homilía pronunciada en la Misa fúnebre del Obispo de San Diego, Mons. Cirilo Flores, en la Iglesia Saint Therese of Carmel (Santa Teresa del Carmelo), San Diego.
"Él nos enseñó cómo ser sacerdote, cómo ser Obispo y cómo cristiano", observó el Arzobispo. "Trató de vivir con humildad, sencillez y pureza de corazón. Trató de ser un hombre misericordioso con un corazón entregado los pobres y necesitados".
Mons. Flores murió el 6 de septiembre a la edad de 66 años. Había sufrido un derrame cerebral en abril y todavía se recuperaba de sus efectos. En agosto, la Diócesis anunció que había comenzado un tratamiento para combatir un cáncer de próstata.
Más de mil personas asistieron para despedir al Obispo, incluyendo unos 400 sacerdotes y 50 obispos.
El Arzobispo Gómez dijo a la congregación que Mons. Flores enseñó a los cristianos "la novedad de la vida", incluso en su sufrimiento y muerte.