VATICANO,
"Una Iglesia sin fronteras, madre de todos", es el tema del Mensaje del Papa Francisco para la Jornada Mundial del Emigrante y el Refugiado que se celebrará el domingo 18 de enero de 2015 y que fue presentado esta mañana, en la Oficina de Prensa de la Santa Sede por el Cardenal Antonio María Veglió, presidente del Pontificio Consejo para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes.
El Cardenal Veglió explicó que el Papa decidió promulgar este Mensaje el 3 de septiembre, porque ese día se celebra el centenario de la elección del Papa Benedicto XV, que estableció por primera vez una jornada anual de sensibilización sobre el fenómeno de la emigración.
"El mandamiento bíblico de acoger al extranjero, de abrirle la puerta como si se recibiera a Dios, entra en conflicto con situaciones difíciles, sobre todo –dijo el Purpurado- cuando algunos emigrantes son protagonistas de irregularidades e incluso de delincuencia". Ante esto el purpurado ha recordado que en un clima tan preocupante la pregunta es: ¿Cómo responde la Iglesia?
A esto recordó que el Santo Padre ofrece tres consejos: renunciar a sí mismo, aumentar la colaboración entre los diferentes organismos e instituciones que trabajan por los emigrantes y humanizar la situación de los mismos intensificando los esfuerzos para crear condiciones propicias y garantizando una progresiva disminución de las razones que empujan a pueblos enteros a abandonar su tierra natal.
Entre 1990 y 2013 el número de emigrantes internacionales aumentaron un 50%. De estos, cerca el 59 por ciento vive en regiones desarrolladas del globo, mientras las regiones en vías de desarrollo acogen el 41 por ciento.
Respecto a las zonas de partida de los emigrantes, Asia es el primer continente de la lista con casi 92.500.000 personas, seguida de Europa con 58.400.000, Sudamérica y Caribe con 36.7000.000, África con 31.300.000, América del Norte con 4.300.000 y Oceanía con 1.900.000 personas.