ROMA,
La visita del Papa Francisco a Albania el 21 de septiembre ha fijado los ojos de muchos en la beata más famosa del país, la Madre Teresa, quien consiguió fundar la primera catedral de Tirana después del comunismo.
Tirana nunca había tenido catedral y hasta 1992 no fue diócesis, por eso se buscaba un lugar para instaurar el templo mayor. El entonces Arzobispo de Tirana, Mons. Rrok Kola Mirdita y la Madre Teresa habían visto un sitio perfecto, pero había un inconveniente: pertenecía al estado.
Después de 50 años de comunismo férreo, Pjetër Arbnori fue el primer presidente demócrata de la República y la Madre Teresa fue a visitarlo. "Llevaba con ella uno planos y en el lugar donde querían que fuera la catedral, había colocado una medalla de la Virgen Milagrosa con celofán y se la presentó así al presidente de la república", explicó a ACI Prensa Mons. Segundo Tejado Muñoz, subsecretario del Pontificio Consejo Cor Unum, quien llegó a conocer a la religiosa.
"Señalando con el dedo a la imagen de María le dijo 'Yo quiero este terreno para la Catedral de Tirana'", añadió Mons. Tejado. El presidente prometió que se iba a interesar sobre el tema, pero Madre Teresa, no contenta con eso, rodeó el terreno colocando medallitas de la Virgen. Siempre llevaba con ella una bolsa de medallas que regalaba a la gente. "¡Para que no nos robe el diablo el terreno. Cuando llegue aquí escapará, porque están las medallitas!", dijo.
Efectivamente le concedieron el terreno y allí se edificó la catedral de Tirana, donde Mons. Tejado trabajó como párroco por un año.
"Yo tenía allí aquel plano del terreno, lo colocamos en un marco en la catedral, y todavía tiene la medalla que pegó la Madre Teresa. Fue una de esas genialidades de esta mujer albanesa. Con todo lo que había sufrido ese pueblo, de allí nació una joya", afirma.