ROMA,
El Papa Francisco visitará el próximo 21 de septiembre Tirana, la capital de Albania, una tierra que hoy es ejemplo de cohesión interreligiosa, pero que encierra un pasado de persecución. Durante 40 años, los cristianos fueron cruelmente oprimidos por la dictadura comunista de Enver Hoxha.
El Papa Francisco explicó los motivos de su visita a Tirana en una entrevista concedida a los periodistas durante el vuelo papal de regreso a Roma desde Corea del Sur a mediados de agosto. "¿Por qué voy a Albania? … La presencia del Papa es para decir a todos los pueblos: "La colaboración es posible", explicó el Pontífice desde el avión.
El motivo que dio Pontífice es recordar al mundo, donde todavía sigue habiendo odio y desconfianza entre religiones, que la colaboración es posible, y que después de la guerra y la división, se puede alcanzar la paz y el equilibrio.
"Si miramos a la historia de Albania, desde el punto de vista religioso, fue el único país comunista que recogió el ateísmo práctico en su Constitución. Ir a Misa era anticonstitucional. Y además, me decía uno de los ministros que en aquel tiempo se destruyeron –no quisiera equivocarme en la cifra– 1.820 iglesias. ¡Destruidas! Ortodoxas, católicas… Otras iglesias se convirtieron en cines, teatros, salones de baile… Sentí que tenía que ir: está cerca, en un día se hace… lo considero como un verdadero apoyo a ese noble pueblo", subrayó el Papa.
Albania perteneció a la Unión Soviética, y el comunismo, tal como fue interpretado por Lenin y sus sucesores en el gobierno, requería la abolición de la religión. En este sentido el gobierno soviético lanzó una profunda campaña para eliminar la religión de la sociedad y persiguió cualquier tipo de demostración religiosa pública.
En 1945 en Albania fueron establecidas en el país las leyes por las que las instituciones religiosas eran desposeídas de sus bienes. Al final de la guerra, algunos líderes religiosos fueron encarcelados o ejecutados por ser, presuntamente, espías que habían trabajado para los italianos, tras la ocupación albanesa de Mussolini. Estos líderes, por lo general, pasaron décadas en prisión y sufrieron trabajos forzados.