VATICANO,
Recordando el Evangelio de hoy, del capítulo 18 de Mateo, en sus palabras previas al rezo del Ángelus el Papa Francisco reflexionó sobre la corrección fraterna, "un servicio recíproco que podemos y debemos darnos los unos a los otros".
"La corrección fraterna es un aspecto del amor y de la comunión que deben reinar en la comunidad cristiana" dijo Francisco, precisando que "corregir al hermano es un servicio, y es posible y eficaz solamente si cada uno se reconoce pecador y necesitado del perdón del Señor".
El Santo Padre subrayó que "en realidad, ante Dios todos somos pecadores y necesitados de perdón. Todos. Jesús, de hecho, nos ha dicho no juzgar".
"La misma consciencia que me hace reconocer el error del otro, me hace acordar que yo me he equivocado primero y que me equivoco tantas veces".
El Santo Padre indicó que "Jesús nos enseña que si mi hermano cristiano comete una culpa contra mí, me ofende, yo debo usar la caridad hacia él, antes que todo, hablarle personalmente, explicándole que aquello que ha dicho o hecho no es bueno".
"¿Y si el hermano no me escucha? Jesús sugiere una intervención progresiva: primero, vuelve a hablarle con otras dos o tres personas, para que sea más consciente del error que ha cometido; si, no obstante esto, no acoge la exhortación, es necesario decirlo a la comunidad; y si tampoco escucha a la comunidad, es necesario hacerle percibir la fractura y el distanciamiento que él mismo ha provocado, haciendo venir a menos la comunión con los hermanos en la fe".