MADRID,
Mons. Demetrio Fernández, Obispo de Córdoba ha enviado su carta pastoral semanal, la primera después de una pausa de varios meses por las vacaciones de verano. En la nota el Obispo recuerda algunos de los acontecimientos más importantes que se han vivido estos últimos meses como "los ataques del llamado Estado Islámico a las poblaciones de Siria e Irak, produciendo millones de desplazamientos en campos de refugiados".
"Ha sido un verano de horror, que todavía no ha terminado. Necesitamos reaccionar con amor ante tanta violencia y ponernos manos a la obra para atender a tantos desplazados por la guerra", precisa el Obispo y por eso afirma que "Cáritas diocesana es un cauce adecuado".
Mons. Fernández también ha recordado al sacerdote de la orden de San Juan de Dios, el hermano Miguel Pajares que contrajo el virus del ébola en Liberia atendiendo a los enfermos y que a pesar de ser evacuado por las autoridades españolas murió por el virus el pasado 12 agosto.
"Nos ha recordado a tantos miles de misioneros católicos, más mujeres que hombres, que se juegan la vida a diario para estar junto a los pobres de la tierra", precisa en la carta.
"Los misioneros católicos (más de quinientos mil en todo el mundo) siguen siendo un monumento espectacular y silencioso, que salta a la información mundial en estas ocasiones, pero que constituyen día a día una expresión del más puro amor, el que brota del corazón de Cristo y llega a los más necesitados, sin buscar ninguna recompensa propia. El corazón humano está hecho para amar y ejemplos de estos nos estimulan a todos en el camino de la vida", ha dicho el Obispo.
Sobre la visita del Papa Francisco a Corea, Mons. Fernández ha asegurado que "se trata de una semilla que dará fruto abundante en su momento y que acompañamos con nuestra oración".