ROMA,
En medio de la creciente crisis en Ucrania, el Nuncio Apostólico en el país, Mons. Thomas Gullickson aseguró que el pueblo ucraniano merece más que una ayuda tardía y debe permitírsele vivir en paz, sin la amenaza de agresores extranjeros.
Mons. Thomas Gullickson se ha desempeñado como Nuncio Apostólico en Ucrania desde 2011.
En una entrevista reciente con Radio Vaticano, el Nuncio expresó su preocupación por la vida de la Iglesia en Ucrania, indicando que efectivamente la agresión rusa pone en riesgo a la supervivencia institucional de la Iglesia.
Refiriéndose a las posibles críticas que pueda recibir por quienes consideren como exagerada su alarma al compararla con las imágenes que llegan de Siria e Irak, Mons. Gullickson dijo a ACI Prensa el 1 de septiembre que él cree importante "que no nos volvamos insensibles al sufrimiento de otros, y especialmente al de nuestros hermanos y hermanas católicas alrededor del mundo".
"No podemos dar la espalda a la injusticia perpetrada contra otros. En un sentido, todos condenamos las trágicas situaciones alrededor del mundo que han transformado países, en varios continentes, en regiones sin ley y estados fallidos", dijo.
El Nuncio se preguntó "¿cómo podemos lavarnos las manos o ignorar enteramente la aflicción destruyendo el Medio Oriente? Lo mismo va para Ucrania".