VATICANO,
En sus palabras previas al rezo del Ángelus hoy, el Papa Francisco alentó hoy a leer cotidianamente el Evangelio, participar frecuentemente en la Eucaristía y tener jornadas de retiro y ejercicios espirituales, para seguir a Cristo y no al mundo.
El Santo Padre señaló que "siguiendo el itinerario dominical del Evangelio de Mateo, hoy llegamos al punto crucial en el cual Jesús, después de haber verificado que Pedro y los otros once habían creído en Él como Mesías e Hijo de Dios, 'comenzó a explicarles que debía ir a Jerusalén y sufrir mucho, ser asesinado y resucitar al tercer día'".
"Es un momento crítico en el cual emerge el contraste entre el modo de pensar de Jesús y el de los discípulos. Incluso Pedro siente el deber de reprochar al Maestro, porque no puede atribuir al Mesías un final innoble. Entonces Jesús, a su vez, reprocha duramente a Pedro, lo pone 'en su lugar', porque no piensa 'según Dios, sino según los hombres' y sin darse cuenta hace el papel de satanás, el tentador".
Francisco, citado por Radio Vaticano, indicó que "nosotros los cristianos vivimos en el mundo, insertados plenamente en la realidad social y cultural de nuestro tiempo, y es justo que sea así; pero esto trae consigo el riesgo de convertirnos en 'mundanos', el riego que 'la sal pierda el sabor' como diría Jesús, es decir, que el cristiano se 'diluya', pierda la carga de novedad que viene del Señor e del Espíritu Santo".
"En cambio debería de ser al contrario: cuando en los cristianos permanece viva la fuerza del Evangelio, esa puede transformar 'los criterios de juicio, los valores determinantes, los puntos de interés, las líneas de pensamiento, las fuentes de inspiración y los modelos de vida'", dijo, citando la Exhortación Apostólica Evangelii nuntiandi, del Papa Pablo VI.
El Papa lamentó que "es triste encontrar cristianos 'diluidos', que parecen el 'vino diluido' y no se sabe si son cristianos o mundanos. Como el 'vino diluido' no se sabe si es vino o agua, es triste esto".