MÉXICO D.F.,
El Responsable de la Dimensión Episcopal para la Familia de México, Mons. Francisco J. Chavolla Ramos, invitó a los ancianos y abuelos a formar parte de la vida de la Iglesia, fortaleciendo a las familias con su sabiduría y la transmisión de la fe.
"Que en ningún hogar mexicano falte la palabra sabia, caritativa, prudente y testimonial de los abuelos. Que nuestra sociedad siga contando con un caudal de tradición que nos reúna, encuentre y sobre todo nos descubra el verdadero sentido de la vida" expresó el Prelado en un mensaje con ocasión del Día del Abuelo -conocido también como Día del Adulto Mayor-, y que se celebra este 28 de agosto.
Mons. Chavolla afirmó que "la tarea de educar a los hijos nunca termina. Al principio de la vida, cuando son niños, las enseñanzas son muy prácticas: instruirlos a comer, caminar, vestirse, sentarse, lavarse, etc. Sin embargo cuando más crecen, el desafío es más profundo y más humano, pues hay que ayudarlos a entender los grandes rasgos de ser persona, pero sobre todo a sobrellevar la vida, que es un torrente de oportunidades, limitaciones, alegrías y por supuesto adversidades".
El Prelado recordó que en su homilía del 19 de noviembre de 2013, el Papa Francisco destacó que "los ancianos son los que traen la historia, que nos traen la doctrina, que nos traen la fe y que la dejan en herencia. Son los que, como el buen vino envejecido, tienen esta fuerza dentro para darnos una herencia noble".
Los exhorto, expresó Mons. Chavolla, "a seguir participando de cada una de sus parroquias, capillas y comunidades eclesiales. No solamente necesitamos fortalecer la vida de las familias, Iglesias domésticas, sino también el servicio que la Iglesia presta al mundo, en una dinámica de misión permanente, transmitiendo el amor de Cristo a cada uno de los hombres y mujeres de este tiempo".
En ese sentido, invitó a pedir "a los Abuelos Santos: Simeón, Ana, Policarpo y Eleazar, la gracia de custodiar, escuchar y venerar a nuestros antepasados. Dios bendiga su vida, su paz y sobre todo su alegría, con la presencia del Dios Uno y Trino".