ROMA,
El verano está llegando a su fin y las bajas temperaturas se acercan en Irak. En este contexto, Catholic Relief Service (CRS), la agencia humanitaria internacional de los obispos de Estados Unidos, advierte que los refugiados iraquíes dependerán cada vez más de la comunidad internacional para satisfacer sus necesidades.
El director de programación de Catholic Relief Service en Egipto, Kris Ozar, ha estado viajando contantemente a Erbil donde CRS está asistiendo a los refugiados más necesitados.
Ozar expresó su preocupación, ya que la autoridades públicas no tienen un plan para los desplazados internos.
"Nadie sabe qué hacer en este momento, pero según datos de las Naciones Unidas, existe 1,2 millones de desplazados internos", dijo Ozar a ACI. "Esta gente necesita de todo, no sólo ropa, agua, alimentos, que son las necesidades esenciales. Debemos recordar que se acerca el invierno y no pueden dormir a la intemperie".
Más de 70 mil cristianos han sido desplazados a Erbil desde Mosul, Bakhdida y otros pueblos de la provincia de Nínive a causa del advenimiento del Estado Islámico, un califato recientemente establecido ha perseguido a todos los no sunitas en su territorio, que se extiende entre las franjas de Irak y Siria.
Ozar se refirió a su experiencia en Erbil: "Vi decenas de miles de personas que duermen bajo el cielo abierto, llenos de temor. Duermen en condiciones higiénicas precarias y tienen miedo de todo".