SEÚL,
El misionero sin brazos ni piernas que tuvo la oportunidad de saludar al Papa Francisco en su visita a Corea, Goowon Lee, señaló que "le doy gracias a Dios por la visita (del Santo Padre) aquí".
El misionero, formado en el seminario de Daejeon y originario de la diócesis de Cheongj, hizo esta afirmación luego de conversar brevemente con el Santo Padre el sábado 16 de agosto en la localidad de Kkottganae.
El breve encuentro ocurrió después de que el Papa Francisco se detuviera a rezar ante el Jardín de los Niños Abortados que está en la llamada "Casa de la Esperanza" que el Pontífice visitó ayer.
Sobre el misionero, el Director de la Sala de Prensa del Vaticano, dijo que esta persona es "un gran testimonio al servicio de la fe, pese a sus limitaciones físicas. Un signo de lo que es importante para nosotros y lo que no".
En esa visita, explicó el sacerdote, había un coro de 25 indigentes que le cantaban al Papa para darle la bienvenida al lugar.
El P. Lombardi dijo que esto recuerda la especial cercanía del Papa con los desfavorecidos "como los cartoneros de Buenos Aires con los que él (el Santo Padre) mantenía una cercana amistad".