VATICANO,
En una dramática carta enviada al Secretario General de la Organización de la ONU, Ban Ki-moon, el Papa Francisco pidió a la comunidad internacional hacer todo lo posible para frenar las masacres de cristianos y otras minorías en Irak, que siguen sufriendo la violencia y la intolerancia del Estado Islámico en el norte del país.
"Pongo ante usted las lágrimas, los sufrimientos y los gritos desesperados de los Cristianos y de las otras minorías religiosas de la amada tierra de Irak", expresó el Santo Padre.
"Mientras renuevo mi llamado urgente a la comunidad internacional a intervenir para poner fin a la tragedia humanitaria en curso –agregó-, animo a todos los organismos competentes de las Naciones Unidas, en particular a los responsables de la seguridad, la paz, el derecho humanitario y la asistencia a los refugiados a continuar sus esfuerzos en conformidad con el Preámbulo y a los Artículos pertinentes a la Carta de las Naciones Unidas".
El Papa Francisco expresó que tiene "el corazón cargado y angustiado" por los "dramáticos eventos de estos últimos días en el norte de Irak, donde los cristianos y las otras minorías religiosas han sido obligados a huir de sus casas y asistir a la destrucción de sus lugares de culto y del patrimonio religioso".
"Conmovido por su situación, he pedido a Su Eminencia el Cardenal Fernando Filoni, Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos -que sirvió como Representante de mis predecesores, el Papa San Juan Pablo II y el Papa Benedicto XVI, ante el pueblo de Irak-, que manifieste mi cercanía espiritual y que exprese mi preocupación, y la de toda la Iglesia católica, por el intolerable sufrimiento de aquellos que solo desean vivir en paz, armonía y libertad en la tierra de sus antepasados", señaló.
El Papa Francisco señaló que "los ataques violentos que están extendiéndose a lo largo del norte de Irak no pueden sino despertar las conciencias de todos los hombres y mujeres de buena voluntad para cumplir acciones concretas de solidaridad, para proteger a cuantos son golpeados y amenazados por la violencia y para asegurar la asistencia necesaria y urgente a tantas personas refugiadas, así como también el regreso a sus ciudades y a sus hogares".