MADRID,
Ayuda a la Iglesia Necesitada ha lanzado una campaña de emergencia para ayudar a las familias más necesitadas en Irak. Mons. Louis Raphael Sako ha enviado un comunicado urgente a esta fundación pontificia en la que denuncia que "los refugiados han perdido todo a causa de los trágicos acontecimientos, mientras que los militantes del Estado Islámico (EI) siguen avanzando y la ayuda humanitaria es insuficiente".
Mons. Sako es también Patriarca Caldeo de Babilonia y Presidente de la Conferencia Episcopal católica de Irak y lamenta que "la falta de coordinación internacional está ralentizando y limitando la puesta en marcha de una ayuda efectiva" porque actualmente son más de 200.000 los desplazados que se contabilizan en las últimas horas.
La localidad de Ankawa, a las afueras de Erbil, capital del Kurdistán iraquí, acoge actualmente unos 70.000 cristianos desplazados. "Las familias, que han encontrado refugio en iglesias y escuelas, están en mejores condiciones que aquellos que todavía duermen en la calle y en parques públicos, cuya situación es lamentable", informa el Patriarca en el comunicado.
Otras ciudades del Kurdistán iraquí están desbordadas, mientras las necesidades humanitarias de agua, comida, alojamiento y medicinas aumentan. Es el caso de la ciudad de Donhuk, donde el número de cristianos refugiados supera los 60.000 y cuya situación es peor que en Erbil. Los desplazados han llegado también a Kirkuk, Sulaymaniyah e incluso a la capital Bagdad.
"El alcance del desastre es extremo", reconoce Mons. Sako, que asegura que cinco Obispos han tenido que huir de sus diócesis y todos los sacerdotes y religiosas han abandonado las misiones en los pueblos de alrededor de Mosul.
Según destaca el Patriarca Sako en el comunicado enviado a Ayuda a la Iglesia Necesitada "la posición del presidente norteamericano, Barak Obama, de solamente aportar ayuda militar para proteger Erbil, es decepcionante".