Cada 7 de agosto la Iglesia Católica celebra a San Cayetano (1480-1504), patrono del pan y del trabajo.
“En el oratorio rendimos a Dios el homenaje de la adoración, en el hospital le encontramos personalmente", solía decir este noble hombre, conocido también como “el santo de la Providencia”.
Espiritualidad versus frivolidad
Cayetano de Thiene -por su nombre de pila- fue un presbítero italiano, fundador de la Orden de Clérigos Regulares, cuyos miembros se hacen llamar teatinos. Nació en Vicenza (Italia) el 1 de octubre de 1480, y murió en Nápoles el 7 de agosto de 1547. Estudió en la Universidad de Padua donde obtuvo, en 1504, el doble doctorado, en derecho civil y canónico.
Acabados sus estudios, Cayetano se mudó a Roma, donde lo nombraron protonotario apostólico del Papa Julio II. Estando al servicio del Papa, llegó a participar del V Concilio de Letrán. Cuando el Pontífice murió en 1513, Cayetano dejó la vida cortesana y empezó a prepararse para el sacerdocio. Fue ordenado unos años después, cumplidos los 35.
Por ese entonces funda el “Oratorio del Amor Divino” (1516), institución muy similar a otros oratorios -integrados de clérigos y seglares-. Los oratorios surgieron como respuesta a la frivolidad en la que habían caído muchos miembros de la Iglesia, llamando a los fieles a congregarse para la práctica de la oración y la fraternidad.