porque ellos serán llamados hijos de Dios.
(R: Bienaventurados...)
Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia,
porque de ellos es el reino de los cielos.
(R: Bienaventurados...)
Bienaventurados ustedes cuando sean insultados y perseguidos, y cuando se los calumnie en toda forma a causa de mí. Los ayudo: Bienaventurados ustedes cuando sean insultados y perseguidos, y cuando se los calumnie en toda forma a causa de mí.
Alégrense y regocíjense entonces, porque ustedes tendrán una gran recompensa en el cielo; de la misma manera persiguieron a los profetas que los precedieron.
(R: Alégrense y regocíjense…)
¡Muy bien! Pero hagamos una cosa, les doy una tarea, una tarea para hacer en casa: tomen el Evangelio, el que llevan con ustedes – recuerden que deben llevar siempre un pequeño Evangelio con ustedes, en el bolsillo, en la bolsa, ¡siempre! –o aquél que tienen en casa. Llevar el Evangelio y en los primeros capítulos de Mateo, en el cinco, están las Bienaventuranzas. Y hoy, mañana, en casa, léanlas, ¿eh? ¿Lo harán? (responden sí) ¡Para no olvidarlas porque son la ley que nos da Jesús! ¿Lo harán? (responden sí) ¡Gracias!
En estas palabras está toda la novedad traída por Cristo: toda la novedad de Cristo está en estas palabras. En efecto, las Bienaventuranzas son el retrato de Jesús, su modo de vida; y son el camino hacia la verdadera felicidad, que también nosotros podemos recorrer con la gracia que Jesús nos dona.
3. Además de la nueva ley, Jesús nos entrega también el "protocolo" con el que seremos juzgados – porque en el fin del mundo seremos juzgados - y, ¿cuáles serán las preguntas que nos harán allá? ¿cuáles serán éstas preguntas? ¿cuál es el protocolo con el cual el Juez, nos juzgará? Es aquel que encontramos en el vigésimo quinto capítulo del Evangelio de Mateo. Veinticinco. Hoy, la tarea es leer el quinto capítulo del Evangelio de Mateo en donde están las Bienaventuranzas y también leer el vigésimo quinto, en donde está el protocolo, las preguntas que nos harán el día del juicio.
No tendremos títulos, créditos o privilegios que excusar. El Señor nos reconocerá si a nuestra vez nosotros lo habremos reconocido en el pobre, en el hambriento, en los indigentes y marginados, en quien sufre y está solo... Este es uno de los criterios fundamentales para la verificación de nuestra vida cristiana, con el que Jesús nos invita a medirnos cada día.
Yo leo las Bienaventuranzas, pienso cómo debe ser mi vida cristiana…y luego hago el examen de conciencia con este capítulo veinticinco de Mateo. Cada día: hice esto, hice esto, hice aquello. Nos hará bien ¿eh? Son cosas simples, ¡pero concretas!
Queridos amigos, la nueva alianza consiste precisamente en esto: en el reconocerse, en Cristo, envueltos por la misericordia y la compasión de Dios. Esto es lo que llena nuestro corazón de alegría, y esto es lo que hace de nuestra vida un testimonio bello y creíble del amor de Dios por todos los hermanos que encontramos cada día. Recuérdense las tareas, ¿eh? Capítulo quinto de Mateo, y capítulo veinticinco, de Mateo. ¡Gracias!
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