SEÚL,
Corea del Norte rechazó la invitación de la arquidiócesis de Seúl en Corea del Sur y no permitirá la participación de los católicos en la Misa que celebrará el Papa Francisco en la catedral de Myeondong el próximo 15 de agosto.
Así lo indica la Asociación de Católicos Norcoreanos (KCA, por sus siglas en inglés), institución dependiente del gobierno, en una carta en la cual acusa a Corea del Sur de "no haber cancelado las ejercitaciones conjuntas con los EEUU, gesto que hace imposible la visita".
Según un funcionario de la Conferencia Episcopal Surcoreana, citado por la agencia AFP, "esta carta significa que el Norte encuentra difícil aceptar la invitación y no sabe manejar la situación".
La invitación fue dirigida al gobierno de Pyonyang por parte de la arquidiócesis de Seúl a finales de mayo, que luego fue reiterada en julio.
La Iglesia Católica, al igual que los demás credos, está prohibida de servir libremente en Corea del Norte. Solo pueden ejercer el culto los miembros de la KCA, dominada por el gobierno de Kim Jong-un.
AFP señala asimismo que en Corea del Norte se considera un "crimen político" el culto cristiano fuera de los límites de la KCA.