BUENOS AIRES,
"Cuando no hay trabajo o peor aún, cuando se vive sin trabajar, se quiebra una base fundamental de la persona y la comunidad", expresó Mons. Andrés Stanovnik, Arzobispo de Corrientes (Argentina), a los trabajadores devotos de San Cayetano, el domingo 3 de agosto.
"Sin trabajo digno no se puede esperar que haya desarrollo social y económico en una comunidad. Jesús, que sabe lo que es necesario para vivir dignamente y para que la persona y la comunidad se desarrolle en paz y con justicia, pronunció esa frase que nos enseña mucho: 'Mi Padre trabaja siempre, y yo también trabajo'", señaló.
De esta forma, exhortó Mons. Stanovnik a los fieles con un mensaje que se leyó en el marco de la XIX Peregrinación de los Trabajadores y sus Familias a San Cayetano.
Por otro lado, se refirió a la Virgen María diciendo que "la Madre de Jesús era igualmente una mujer trabajadora. No podía ser de otro modo, María es el fiel reflejo de la servidora del Señor que se dispuso entera a colaborar con la obra del Espíritu Santo".
Más adelante los animó a agradecer a Dios por el trabajo y a pedir la gracia de que todos puedan acceder a un trabajo digno, remunerado justo y equitativo.
"Sabemos que el pan, el trabajo, la familia y la paz, van juntos. Un salario suficiente permite a la familia mantenerse y vivir dignamente. Y sobre todo, para que la familia pueda cumplir con una de las tareas más importantes: crecer en la fe e iniciar a sus hijos en el amor a Dios y a sus hermanos", señaló.