MADRID,
El Arzobispo de Madrid, Cardenal Antonio María Rouco Varela, ha apostado por "no perder el legado" de la JMJ de Santiago de Compostela de 1989 y de las que vinieron después precisamente en un momento con "muchos jóvenes" desempleados, que piensan que sus estudios "no sirven para mucho" y que no tienen resueltas las "grandes cuestiones que dan sentido a la vida".
"Hay en el presente muchos motivos para hacer memoria agradecida, para no perder el gran legado de esa JMJ y de las que vinieron después, precisamente en un momento en que muchos jóvenes no ven claro el futuro, no encuentran trabajo, su carrera y estudios a veces les da la impresión de que no sirven para mucho, y tienen irresueltas las grandes cuestiones que dan sentido profundo al existir", ha explicado el Cardenal Rouco Varela en una entrevista concedida a Europa Press.
En todo caso, ha remarcado que también hay un segmento de la juventud europea, española y madrileña, "que son minoría pero una minoría considerable y significativa", que sí vive aquel mensaje de la JMJ de 1989 --'Jesucristo es el camino, la verdad y la vida'-- y, para el Arzobispo de Madrid, con ellos "el futuro se despeja mucho para el resto de los jóvenes y toda la sociedad".
El Cardenal ha señalado que la JMJ de Santiago de Compostela fue "la apertura mutua del Papa a los jóvenes -en su mayoría de Europa-- y de los jóvenes de Europa al Papa". Y ahora considera que sigue siendo "muy actual" la advertencia que hizo el Papa Juan Pablo II en aquella JMJ sobre "formas de vida" contrarias a la ley de Dios como el divorcio y el aborto.
"Uy Dios mío, sigue muy actual. En la vigilia de la noche, en una representación escénica se presentaban caminos que se ofrecían a los jóvenes de entonces, como caminos que llevan a la felicidad. La droga, el dinero y el sexo eran las tres ofertas que se les hacían y a las que había que responder con la oferta de la verdad, que era Cristo", ha recordado.
En 1989, según ha precisado, "la legislación permisiva del aborto estaba vigente en toda Europa, también en España desde 1985". También estaba vivo "el problema de la comprensión de la familia y el matrimonio y Juan Pablo II ya estaba "muy preocupado" por este asunto. De hecho hacía unos 6 o 7 años había dedicado un sínodo a estudiar este tema. En este sentido, el Cardenal considera "muy providencial" que ahora el Papa Francisco haya propuesto abordarlo de nuevo, casi 30 años más tarde" en el Sínodo extraordinario de octubre de 2014.