VATICANO,
En sus palabras previas al rezo del Ángelus hoy, el Papa Francisco aseguró que la alegría de encontrar el tesoro del Reino de Dios "se transparenta, se ve", por lo que el cristiano "no puede tener escondida su fe, porque transluce en cada palabra, en cada gesto".
"La alegría de haber encontrado el tesoro del Reino de Dios se transparenta, se ve. El cristiano no puede tener escondida su fe, porque transluce en cada palabra, en cada gesto, incluso en los más simples y cotidianos: transluce el amor que Dios nos ha dado mediante Jesús".
El Santo Padre señaló, recordando las parábolas de hoy, que "el descubrimiento del Reino de Dios puede producirse improvisamente como para el campesino que, arando, encuentra el tesoro inesperado; o después de una larga búsqueda, como para el mercante de perlas que, finalmente, encuentra la perla preciosísima soñada desde hacía tanto tiempo".
"Pero en ambos casos, permanece el dato primario que el tesoro y la perla valen más que todos los otros bienes y, por tanto, el campesino y el mercante, cuando los encuentran, renuncian a todo lo demás para poder comprarlos. No tienen necesidad de hacer razonamientos, o de pensar, o de reflexionar: se dan cuenta inmediatamente del valor incomparable de lo que han encontrado, y están dispuestos a perder todo con tal de tenerlo".
Francisco indicó que "así es para el Reino de Dios: quien lo encuentra no tiene dudas, siente que es lo que buscaba, lo que esperaba y que responde a sus aspiraciones más auténticas".
"Y es verdaderamente así: quien conoce a Jesús, quien lo encuentra personalmente, permanece fascinado, atraído por tanta bondad, tanta verdad, tanta belleza, y todo en una gran humildad y sencillez".