ROMA,
"Distribuimos alimentos y comidas calientes, leche y las cosas básicas para los niños, combustible para los generadores eléctricos", menciona el sacerdote palestino Raed Abusahliah, director de Cáritas Jerusalén al relatar que las iglesias y las escuelas se han convertido en refugio de miles de personas que huyen de la violencia entre el ejército israelí y el grupo islámico Hamas.
En medio del conflicto, en el que 130 mil personas se encuentran desplazadas por las operaciones militares israelíes, los cristianos continúan siendo solidarios. Unos 1.300 palestinos, en su mayoría musulmanes, han sido refugiados en la iglesia greco-ortodoxa de San Porfirio en Gaza y otros setecientos se encuentran en la Iglesia Católica de la Sagrada Familia.
Allí Cáritas Jerusalén ha tomado bajo su responsabilidad a los refugiados de la iglesia ortodoxa y la escuela católica, buscando hacer frente a la emergencia de los que tuvieron que abandonar sus hogares y en donde los Centros de salud de Gaza no se dan abasto para atender a las más de 4 mil víctimas.
"Nuestros 18 profesionales están trabajando incansablemente en esa terrible situación, con nuestros centros médicos móviles que operan en las escuelas y distribuyendo kits de supervivencia a las familias hacinadas en las escuelas, en colaboración con la ONU" refirió a la agencia Fides el P. Raed.
Hasta el momento se calcula más de 700 muertos y unos 70 mil palestinos refugiados en las escuelas de la ONU. Una de las cuales fue atacada este jueves 24 de julio -testigos afirman que los proyectiles vinieron de tanques israelíes, dejando 17 fallecidos y cientos de heridos.
Sin embargo, las muestras de esperanza para el futuro no se dejan esperar, tal como lo comenta el director de Cáritas Jerusalén.