Cada 23 de julio la Iglesia celebra a Santa Brígida, patrona de Suecia, fundadora de la Orden del Santísimo Salvador, madre de Santa Catalina de Suecia y, desde hace poco más de dos décadas, copatrona de Europa. Fue el Papa San Juan Pablo II quien le concedió dicho título durante la vigilia del gran jubileo del año 2000.
Santa Brígida comparte el patronazgo de Europa con San Benito de Nursia, Santa Catalina de Siena, los santos Cirilo y Metodio, y Santa Teresa Benedicta de la Cruz (Edith Stein).
Dignidad de la mujer
El Papa Benedicto XVI afirmaba que la vida de Santa Brígida muestra el papel y la dignidad de la mujer dentro de la Iglesia, evidenciada en su “actitud de respeto y de fidelidad plena al Magisterio de la Iglesia, en particular al Sucesor del apóstol Pedro".
Poniendo como ejemplo a esta extraordinaria mujer, el entonces Pontífice añadía: “De hecho, en la gran tradición cristiana se reconoce a la mujer una dignidad propia, y —siguiendo el ejemplo de María, Reina de los Apóstoles— un lugar propio en la Iglesia, que, sin coincidir con el sacerdocio ordenado, es igualmente importante para el crecimiento espiritual de la comunidad. Además, la colaboración de consagrados y consagradas, siempre en el respeto de su vocación específica, reviste una gran importancia en el mundo de hoy”.
Por eso, como tantas otras mujeres ejemplares en la Iglesia, Santa Brígida sigue “hablándole” al corazón de las mujeres y hombres de hoy.