BUENOS AIRES,
El Arzobispo de Santa Fe (Argentina), Mons. José María Arancedo, afirmó que "la paciencia es una manera de sabiduría, también en política", al reflexionar sobre el pasaje evangélico del "trigo y la cizaña", e indicó que se trata de "una virtud que tiene mala prensa".
El Prelado expresó que tal vez esto se justifique "en una cultura del zapping o el deseo de quedarnos rápidamente con lo que nos gusta. Sin embargo, cuando buscamos el resultado de un proyecto llamado a realizarse en el tiempo comenzamos a valorar la espera, que es una manera de sabiduría".
Asimismo añadió que "la urgencia, la ansiedad o inmediatez, cuántas veces denota la falta de un camino que dé sentido a la espera. Diría que el que ha encontrado un camino, un objetivo, es paciente, porque sabe a dónde va. Esto vale tanto para la vida personal, espiritual o familiar, como social y política".
Por otro lado, afirmó que la paciencia en las Bienaventuranzas "no se trata de pasividad o resignación ante el mal, sino de una actitud o estilo de vida nuevo y exigente, que se funda en la fe que da sentido a nuestras vidas dentro del Plan de Dios, y en el amor que nos hace testigos y protagonistas de mundo nuevo".
Estos dos, "Fe y amor se convierten desde Jesucristo en la fuente y el modelo de la paciencia cristiana" que llevaron adelante a personas frágiles, pero dotadas del espíritu de las Bienaventuranzas, hasta la santidad.
"Jesucristo no nos predica una utopía inalcanzable sino una vida real y posible. Los santos dan testimonio de esta verdad del Evangelio. En este caminar junto a lo imperfecto, ellos han sabido esperar", acotó el Arzobispo.